Visita a Bogotá

Bogotá es una ciudad maravillosa! La última vez la visité era Nov 4-6, 2005, con mi esposa Silvia e hija Gabriela. Mi amigo Taro se iba a casar con su Paula en la capilla de Gimnasio Moderno el Sábado Nov 5 y habíamos sido invitados a la boda. Fui para salvarlo pero dijo que sí de todas formas... Como trabajo en la región ya he visitado Bogotá unas cuantas veces pero nunca he tenido tiempo que ver mas cosas que la oficina, el hotel y algunos restaurantes. Esta vez tuve tiempo que ver mas.

Llegamos de Panamá el Viernes, la primera cosa que notamos era la frescura. Panamá es caliente y húmedo, Bogotá es fresco y seco. El tráfico era denso pero llegamos al hotel en unos 30 minutos.

Nos quedamos en La Boheme en Zona Rosa. Personas nos habían advertido que tal vez sería difícil lograr dormirse considerando la parranda nócturna fuera pero el hotel tiene doble ventana que deja el sonido fuera; buen trabajo del árquitecto de haber pensado en esa detalle. El hotel es muy bueno, los empleados muy corteses y hay muchos restaurantes y dos shoppings cerca; el Centro Andíno y el Atlántico (creo que se llama así por lo menos); de los dos el Centro Andino es lo mejor.

El Viernes fuimos a comer carne en un restaurante de cocina latina. Ibamos a ver un amigo sueco pero fue a ver su novia colombiana que estaba trabajando y no pudieron venir. Entramos al restaurante (no recuerdo el nombre pero esta en pleno centro de Zona Rosa) con Gabriela durmiendo en su carrito, nos tocó una mesa en el segundo piso y tuve que escalar con carrito y todo. No había mas carritos en el restaurante. De hecho, no había mas carritos en toda Zona Rosa! Pero estabamos bien, Gabriela durmió toda la cena y pasamos el rato charlando de todo. Silvia estaba un poco gripada y durmimos pronto esa noche. Pero no antes de que yo terminara mi Churrasco con Chimicurri y dos botellas de Negra Modela. Oh yeah.

El Sábado fuimos con Fernando, nuestra guia a ver Montserrate y el Centro Histórico. Yo había ido a Montserrate en 1994 cuando trabajé el verano para Ericsson en Bogotá y Silvia fui con su mamá Leda en 1997 cuando visitaba a Bogotá para una competición de natación. En ese entonces Silvia hizo una promesa de algún día volver a Montserrate. Podría apostar 100 dólares (o "dolores" como dicen en Colombia ya que es tan difícil de ganarselos) con cualquiera que nunca pensó que iba a cumplir con su promesa junto con esposo e hija.


En Montserrate vimos Frailejon, una flor con hojas que parece tela de algodón gris y Borrachero, otra flor, amarilla y roja, que causa resaca a los pájaros que coman de la pistilla! "Hola, mi palomita, vienes aquí con frequencia, ey? Qué alas sexy, no te he visto por aquí antes? Mira, Tucanita, tienes un mapa? Me estoy hundiendo en tus ojos...".

El aire es muy fino (así se dice?) a los 3100 metros y me costó algo de trabajo caminar con Gabriela sobre mis hombros. No pude creer mis ojos cuando vi a un maluco Colombiano haciendo flexiones al lado. Había subido los 1500 escalones corriendo... Nosotros tomamos el trencito, que funciona mucho mucho mejor.

Después de Montserrate fuimos al Centro Histórico, una parte de Bogota muy linda. Los edificios son una mixtura de varios estilos de árquitectura; español, italiano, hasta esquimó creo... Vimos La Plaza de Bolivar donde los rico se casan en la iglesia y se divorcian en el edificio al lado (ayuntamiento?). Vimos muchos soldados por las calles, me imagino porque Presidente Uribe tiene sus oficinas en esta parte de la ciudad. Además vimos muchos universidades y hasta la esquina donde cientos de personas venden y compran piedras preciosas clandestinamente. El guía dijo que de vez en cuando hay ladrones que venden vidrio de botella bien elaborada en vez de piedra así que hay que saber que uno está haciendo antes de meterse en ese negocio. Vimos una gran cantidad de universidades también. De vez en cuando llaman a Bogotá por "Atenas" debido a la gran cantidad de universidades en la ciudad, 68 si mal no recuerdo.En la noche fuimos a la boda pero la bateria de la cámara se me murió así que no tengo fotos. Tampoco tengo la energía de escribir sobre la tremenda fiesta ahora pero era una ceremonía religiosa bonita, una fiesta tremenda y una resaca dura!




















Hasta la próxima.